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Breve manual de pensamiento crítico

agosto 06, 2008

Comentario a Tolstoi 1

Comentario al ensayo ¿Qué es el arte?, de León Tolstoi 1
Por Francisco Martínez Alas, 2005

INDICE
Introducción, 3
1 El ensayo ¿Qué es el arte?, por León Tolstoi, 4
La argumentación del ensayo de Tolstoi
2 Comentario al ensayo de Tolstoi, 19
3.1 Sobre la belleza y el arte
3.2 Sobre la perversión y falsificación del arte
3.3 Sobre el arte y la sociedad
Conclusiones, 24
Bibliografía, 25

Introducción

En este ensayo pretendo hacer una exposición sistemática del ensayo ¿Qué es el arte? De Leon Tolstoi (1828-1910). Esta obra fue publicada en 1898, doce años antes de la muerte de su autor, lo que significa que es una de las últimas obras de Tolstoi. El ensayo, según manifiesta el mismo autor, recoge y sintetiza quince años de reflexiones sobre el arte.

Consta de dos partes principales. En la primera parte, hago un resumen de la obra, capítulo por capítulo, resaltando la argumentación sobre arte, sobre su perversión y las consecuencias que esto tiene en la sociedad. En la segunda parte, hago un breve comentario de las tres relaciones clave del arte: con la belleza y el gusto, con lo que no es arte y con lo social.

1. El ensayo ¿Qué es el arte?, por León Tolstoi
Argumentación del ensayo de Tolstoi
Lo que sigue a continuación es el resumen de mi propia lectura del ensayo de Tolstoi. El ensayo está divido en 18 capítulos, además, consta de una introducción y de un apartado de conclusiones.

Se puede identificar, al menos, tres partes en su argumentación:
a. La definición de la belleza y el porqué no se debe relacionarla con el arte.
b. La crítica a lo que él llama la "falsificación y perversión" del arte, sus consecuencias, y los criterios para reconocerlo.
c. Una propuesta de lo que "debe ser" el arte y su renovación.

En la "Introducción", usando como ejemplo los intentos de difusión de las actividades artísticas en la prensa y el trabajo tras los escenarios que requiere un espectáculo de teatro, hace una crítica de la situación del arte y de los artistas a finales del siglo XIX. Un párrafo que resume sus apreciaciones al respecto es el siguiente:

"Tanto más urgente es resolver esto cuanto que el arte, en provecho del cual se sacrifica el trabajo de millones de hombres, y por el que se pierden millares de vidas, aparece a la inteligencia de un modo cada vez más vago y más incierto. Sucede, en efecto, que los críticos en quienes los aficionados estaban acostumbrados a encontrar un sostén en sus opiniones, se han contradicho durante estos últimos tiempos de un modo tan evidente que, si se excluye del dominio del arte cuanto han excluído los críticos de distintas escuelas, queda muy poco o casi nada para constituir ese famoso dominio. Las diversas sectas de artistas, como las diversas sectas de teólogos, se excluyen y se niegan unas a otras. Estudiadlas, y las veréis constantemente ocupadas en desprestigiar a las sectas rivales." (QEA, introducción) (1)

En el capítulo 1: "El problema del arte", señala los costos sociales de la producción artística, y con ello justifica la necesidad de estudiar el problema:

"Es necesario, pues, en una sociedad civilizada en que se cultiva el arte, preguntarse si todo lo que pretende ser un arte lo es verdaderamente, y si (como se presupone en nuestra sociedad) todo la que es arte resulta bueno por serio y digno de los sacrificios que entraña. El problema es tan interesante para los artistas como para el público, pues se trata de saber si lo que aquéllos hacen tiene la importancia que se cree, o si simplemente los prejuicios del medio en que viven, les hacen creer que su labor es meritoria. También debe averiguarse si lo que toman a los otros hombres, así para las necesidades de su arte, como para las de su vida personal, se halla compensado por el valor de lo que producen" (QEA, cap. 1).

Más adelante, caracteriza el arte y sus límites, diciendo "El arte, en todas sus formas, hállase limitado, de un lado, por la utilidad práctica, del otro por la fealdad y la impotencia para producir arte" (QEA, cap. 1); y resaltando que actualidad "en la mayoría de los sistemas estéticos modernos, el traje, los perfumes y hasta la cocina están considerados como artes especiales" (QEA, cap. 1).

Luego, critica el factor de la belleza en la usual concepción del arte diciendo:
"De todo ello resulta que la concepción del arte, consistente en manifestar la belleza, no es tan sencilla como parece. Pero el hombre, vulgar o refinado, no conoce esto o no quiere conocerlo, y está firmemente convencido de que todos los problemas del arte pueden resolverse claramente con sólo reconocer la belleza como única materia del arte. Le parece comprensible y evidente que el arte consiste en manifestar la belleza. La belleza le parece que basta para resolver cuanto al arte concierne". (QEA, cap. 1)

Al final del capítulo concluye con este argumento que relaciona lo bello y lo bueno "De modo que la palabra y la noción de lo bueno implican para nosotros, en determinado orden de asuntos, la noción de lo bello; pero la noción de lo bello, por el contrario, no implica necesariamente la noción de lo bueno". (QEA, cap. 1)

En el capítulo 2: "La belleza", presenta una serie de conceptos sobre el arte, la belleza y la estética en diversos autores. Y concluye con lo siguiente:

"No pasa un día sin que surjan nuevos tratadistas en cuyas doctrinas campean igual vaguedad y parecidas contradicciones. Algunos, por inercia, se limitan a reproducir con ligeras variantes, la estética mística de los Baumgarten y los Hégel; otros plantean el problema en la región de la subjetividad y hacen depender del gusto la belleza; otros, los de las últimas generaciones, buscan el origen de la naturaleza en las leyes de la fisiología, y otros, en fin, plantean el problema del arte fuera de toda concepción de belleza. Sully, en su Sensation and Intuition, elimina en absoluto la noción de belleza. El arte, en su definición, es sencillamente un producto capaz de procurar a su productor un goce activo y hacer nacer una impresión agradable en cierto número de espectadores o de oyentes, con independencia de toda consideración de utilidad práctica". (QEA, cap. 2)

En el capítulo 3 "Distinción entre el arte y la belleza", afirma que todas las definiciones de la belleza propuestas por los tratadistas de estética conducen a dos principios opuestos. Estos son:

a. La belleza como una noción "objetiva, mística, confundiendo la noción de lo bello con la de lo perfecto o Dios, definición sin fundamento real" y "que la belleza existe por sí misma, que es una manifestación de lo Absoluto, de lo Perfecto, de la Idea, de la Voluntad, de Dios" (QEA, cap. 3).

b. La belleza como una noción "sencilla e inteligible, pero subjetiva, y que considera la belleza como siendo todo lo que gusta" y como "solamente un placer especial que sentimos en ocasiones, sin tener para nada en cuenta el sentimiento de las ventajas que puede producirnos". (QEA, cap. 3)

Luego, critica los intentos de relacionar la belleza con el placer y el gusto, así:

a. Relación de la belleza con el placer: "Desde el punto de vista subjetivo, lo que llamamos belleza es íncontestablemente todo lo que nos produce un placer de determinada especie. Mirándolo desde el punto de vista objetivo, damos el nombre de belleza a cierta perfección; pero claro es que lo hacemos, porque esa perfección nos produce cierto placer, de modo que nuestra definición objetiva no es más que una nueva forma de la definición subjetiva. En realidad, toda noción de belleza se reduce para nosotros a la recepción de determinada dosis de placer". (QEA, cap. 3)

b. ¿Se prodría definir el arte sin referirse a la belleza?: "Teniendo esto en cuenta, seria natural que la estética renunciara a la definición del arte fundado sobre la belleza, y que buscara otra más general, pudiendo aplicarse a todas las producciones artísticas y permitiendo distinguir lo que depende o no del dominio de las artes. Pero ninguna definición parecida se ha formulado aún, conforme puede haber visto el lector. Todas las tentativas hechas para definir la belleza absoluta, o no definen nada o sólo definen algunos rasgos de ciertas producciones artísticas, y no se extienden a todo cuanto se considera y se ha considerado conro formando parte del dominio artístico". (QEA, cap. 3)

c. La belleza como cuestión de gusto: "….para darle una base sólida, han estudiado los orígenes del placer artístico. Han convertido así la cuestión de la belleza en cuestión de gusto. Pero esto les resulta tan dificil de definir como la belleza, pues no hay ni puede haber explicación completa y seria de lo que hace que una cosa guste a un hombre y disguste a otro, o viceversa. De esta manera la estética, desde su fundación hasta nuestros días, no ha conseguido definir ni las cualidades ni las leyes del arte, ni lo bello, ni la naturaleza del gusto. Toda la famosa ciencia estética consiste en no reconocer como artísticas sino cierto número de obras, por la sencilla razón de que nos gustan, y en combinar luego toda una teoría de arte que puede adaptarse a todas esas obras". (QEA, cap. 3)

Por lo que Tolstoi, dice que no se debe relacionar la belleza con el placer:
"La teoría del arte fundado sobre la belleza, tal como nos la expone la estética, no es, en suma, otra cosa que la inclusión en la categoría de cosas buenas de una cosa que nos agradó o nos agrada aún. Para definir una forma particular de la actividad humana, se necesita antes comprender el sentido y el alcance de ella. Para conseguirlo, es necesario examinar tal actividad en si misma, luego en sus relaciones con sus causas y efectos, y no sólo desde el punto de vista del placer personal que pueda hacernos sentir". (QEA, cap. 3)

Y explica por qué no se puede relacionar la belleza con el gusto en el arte: "La belleza, o lo que nos gusta, no puede servirnos de base para una definición del arte, ni los muchos objetos que nos producen placer han de considerarse como modelo de lo que debe ser el arte". (QEA, cap. 3)

Y termina concluyendo que:
"A la pregunta: ¿Qué es el arte?, hemos dado contestaciones múltiples, sacadas de diversas obras de estética. Todas estas contestaciones, o casi todas, que se contradicen en los demás puntos, están de acuerdo para proclamar que el fin del arte es la belleza, que ésta se conoce por el placer que proporciona, y que el placer, a su vez, es una cosa importante por el solo hecho de ser un placer. Resulta de esto que las innumerables definiciones del arte no son tales definiciones, sino simples tentativas para justificar el arte existente. Por extraño que pueda parecer, a pesar de las montañas de libros escritos acerca del arte, no se ha dado de éste ninguna definición verdadera. Estriba la razón de esto en que siempre se ha fundado la concepción del arte sobre la de la belleza". (QEA, cap. 3)

Continua la reflexión sobre la definición del arte en el capítulo 4: "Cometido propio del arte", refiriéndose a las concepciones que sustraen la belleza de su concepción. Pero dice que son inexactas por lo siguiente: "La inexactitud de todas estas afirmaciones procede de que todas, sin excepción, lo mismo que las metafísicas, cuidan sólo del placer que el arte puede producir, y no del papel que puede y debe desempeñar en la vida del hombre y de la humanidad". (QEA, cap. 4)
A partir de ello, propone que:
"Para dar la definición correcta del arte, es pues, innecesario ante todo, cesar de ver en él un manantial de placer, y considerarle como una de las condiciones de la vida humana. Si se considera así, se advierte que el arte es uno de los medios de comunicación entre los hombres. Toda obra de arte, pone en relación el hombre a quien se dirige con el que la produjo, y con todos los hombres que simultánea, anterior o posteriormente, reciben impresión de ella. La palabra que transmite los pensamientos de los hombres, es un lazo de unión entre ellos; lo mismo le ocurre al arte". (QEA, cap. 4)
Así, inserta un elemento nuevo: la comunicación entre el artista y el espectador por medio de la obra de arte. Y dice:
"Desde que los espectadores o los oyentes experimentan los sentimientos que el autor expresa, hay obra de arte. Evocar en sí mismo un sentimiento ya experimentado y comunicarlo a otros por medio de líneas, colores, imágenes verbales, tal es el objeto propio del arte. Esta es una forma de la actividad humana, que consiste en transmitir a otro los sentimientos de un hombre, consciente y voluntariamente por medio de ciertos signos exteriores". (QEA, cap.4)
Y esto último se complementa con este comentario:
"Así como merced a nuestra facultad de expresar los pensamientos por palabras, cada hombre puede saber lo que antes de él ocurrió en el dominio del pensamiento, y puede también en el tiempo presente participar de la actividad de los otros hombres y transmitir a sus contemporáneos y descendientes los pensamientos que recogió y los que él mismo ha producido, así también, merced a nuestra facultad de poder transmitir nuestros sentimientos a los demás por medio del arte, todos los sentimientos experimentados junto a nosotros pueden sernos asequibles, así como los sentímientos experimentados mil años antes que nosotros". (QEA, cap.4)
Ello lo lleva a asegurar que el arte es más de lo que considera objetos de arte: "Pero esto no es más que una parte ínfima del arte verdadero, por medio del cual transmitimos a otros nuestra vida interna, o recogemos la vida interna de otros. Toda la existencia humana está llena de obras de arte, desde las canciones que se canta a los niños para dormirlos, hasta las ceremonias religiosas y públicas. Todo es igualmente arte". (QEA, cap. 4)
Precisamente porque para Tolstoi esas manifestaciones culturales son arte, dice en el capítulo 5: "El arte verdadero": "¿Cómo sucede que ese mismo arte no religioso que en los tiempos antiguos apenas se toleraba, haya llegado a pasar por cosa excelente, con tal de que procure un placer? He aquí, en resumen, la causa de ello. La estimación del valor del arte (es decir, del valor de los sentimientos que transmite) depende de la idea que se forma del sentido de la vida y de lo que se considera como bueno o malo en esta vida. La ciencia que distingue lo bueno de lo malo lleva el nombre de religión". (QEA, cap. 5)
[continua en 2]

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